Al comienzo, debes decidir si buscas intensidad o profundidad, no son lo mismo y el camino para alcanzarlos tampoco. Lo habrás visto, no en todas las ocasiones te resulta igual de fácil estar con Dios y disfrutar su presencia.

¿Cómo puedes remover los obstáculos que te dificultan vivir la presencia de Dios? Tu experiencia con la oración depende de la imagen que tengas de Dios; ¿qué tal si la revisas?

¿Vivir la experiencia de la oración dentro del marco de la gracia? ¿El objetivo es lo que pides o el Dador de los dones?

La oración no tiene que ver con una parte de ti sino con todo tu ser, y la vives en profundidad cuando todo tu ser está reunido.

Necesitas pacificar tu mundo emocional para dejar espacio a la experiencia de la oración profunda. La falta de concentración no es un problema espiritual. Pero te lo encuentras sobre todo al orar. ¿Qué puedes hacer ?

Contenidos:

1. Descubre e identifica tu necesidad. Cómo vivo. Tomo consciencia de mi satisfacción con la oración. Tus imágenes de Dios.

Ejercicios:

1) “Unos segundos”.

2) “Dile que te enseñe”.

2. El cuerpo en la OP. La clave de la espiritualidad. Un poco de antroppología teológica. ¿Eres una persona integrada?

Ejercicio: “Consciente de ser un cuerpo”.

3. La afectividad y la vivencia de la OP Emociones y sentimientos. Pacificar el mundo afectivo.

Ejercicio: Consciencia de mi afectividad (oro con Mat.8:1-3)

4. La mente en la OP. La impermanencia es la constante de la vida. El silencio. Relativización de los conceptos en pro de una experiencia. La dispersión.

Ejercicio: “Taca-taca”

5. La unión con Dios es la OP. ¿Para qué orar? Saber estar con la persona que amas. Tomar perspectiva. Actitudes que te predisponen a la OP. 

Ejercicio: Concentración.

6. La presencia de Dios. ¿Real o imaginario? Conceptos versus realidad.

Ejercicio: “El Dios de mi vida”.

Temporalización:

Opción 1: Seis sesiones en total a desarrollar una sesión por semana de una hora y cuarto cada una.

Opción 2 (mixta): Tres sesiones en total a desarrollar una sesión por semana de una hora y cuarto cada una y una jornada o día completo.